Como fotógrafa, en mi estudio Roxana Silvera he visto cómo la forma de entender la imagen ha cambiado de manera profunda en los últimos años. Sin embargo, este año marca un antes y un después: las personas ya no buscan verse perfectas, buscan verse reales. Y precisamente ahí nace la fuerza de los retratos reales, una tendencia que está transformando la fotografía y que yo misma he incorporado a mi trabajo para ofrecer imágenes auténticas, emocionales y llenas de verdad.

Hoy, más que nunca, mis clientes llegan con una necesidad clara: quieren sentirse representados como son, sin poses forzadas ni retoques que borren su esencia. Quieren verse en imágenes que cuenten una historia y que transmitan emociones genuinas. Y esa es exactamente la magia de este tipo de retratos: la capacidad de conectar.

Retratos reales, la nueva tendencia
Antes de disparar la cámara, hablo, escucho y observo

Por qué apuesto por los retratos reales

En cada sesión descubro que lo auténtico tiene una fuerza visual que ninguna técnica artificial puede igualar. Cuando fotografío a una persona tal y como es, sin máscaras, surge algo que trasciende la estética: una conexión.

He comprobado que este estilo no solo gusta, sino que emociona. Las personas valoran cada vez más la naturalidad, la diversidad y esa sensación de estar viendo un instante “de verdad”. Además, trabajar desde esta perspectiva me permite crear un ambiente más cercano, cómodo y honesto, donde las fotos fluyen sin presión.

Pero hay algo más. En un mundo lleno de filtros, perfeccionismos artificiales y comparaciones constantes, los retratos reales se han convertido en un refugio visual. Son un recordatorio de que la belleza auténtica existe y está en cada gesto, en cada expresión y en cada historia personal.

Retratos reales, la nueva tendencia
Hago que forme parte activa de su propio retrato

Cómo consigo retratos auténticos que conectan

  1. Creo confianza desde el primer minuto. Antes de disparar la cámara, hablo, escucho y observo. La conexión humana es la base.
  2. Trabajo con luz natural. Me encanta cómo envuelve, suaviza y realza la esencia sin artificios.
  3. Dejo que la sesión fluya. No fuerzo posturas; acompaño el movimiento natural de la persona.
  4. Guío sin imponer. Doy indicaciones suaves para no romper la espontaneidad.
  5. Busco expresiones auténticas. Una risa que surge sola, una mirada pensativa o un gesto tímido suelen ser los más valiosos.
  6. Involucro a la persona. Hago que forme parte activa de su propio retrato, no solo que pose.
  7. Edición respetuosa. Ajusto luz y color, pero siempre conservando la esencia.

Con esta metodología he logrado que incluso personas que “no saben posar” (o que dicen sentirse incómodas frente a una cámara) descubran que pueden disfrutar de una sesión y verse increíbles siendo simplemente ellas mismas.

Retratos reales, la nueva tendencia
Transmiten emociones

El valor emocional de los retratos reales

Una de las razones por las que este estilo se ha vuelto tan importante para mí como fotógrafa es su impacto emocional. He sido testigo de reacciones preciosas: lágrimas de alegría, sonrisas cómplices e incluso silencios que lo dicen todo. Porque cuando alguien se ve sin adornos, sin filtros y sin expectativas irreales, se reconoce.

Y reconocerse es poderoso.

Lo interesante es que estos retratos no solo muestran cómo eres, sino cómo te sientes, cómo vives, qué te emociona. Van más allá de la estética; se convierten en recuerdos cargados de sentido.

  • Reflejan personalidad.
  • Transmiten emociones.
  • Son íntimos, pero a la vez universales.
  • Respetan la esencia humana.
  • Conectan a un nivel profundo.

Además, este enfoque me permite retratar la diversidad en todas sus formas. Cada rostro, cada cuerpo, cada historia merece ser representada con dignidad y belleza. Por eso, los retratos reales no solo son una tendencia, sino una manera de celebrar lo que somos.

Mi forma de entender la fotografía

Como fotógrafa, este año he decidido enfocarme aún más en este estilo porque siento que es el que realmente hace que una imagen perdure. No busco crear fotografías perfectas: busco crear fotografías honestas. Quiero que cada persona que se ponga frente a mi cámara sienta que puede ser ella misma; que no tiene que actuar ni ocultarse.

Para mí, los retratos reales son una invitación a sentir, a recordar y a reconocernos. Y si algo he aprendido es que lo auténtico nunca pasa de moda. Contacta con nuestro estudio Roxana Silvera y haz tu retrato real perfecto con nosotros.